Coches de antaño.

Motor

Hoy en día tener un coche en casa es lo más común que nos podemos encontrar, o mejor dicho lo común es encontrar dos o tres coches por familia. Uno para él otro para ella y si los hijos están en edad de conducir, es muy probable que también haya otro coche en la familia.

Hace años el tener un coche era todo un lujo que pocos se podían permitir. Si echamos la vista atrás en la historia nos encontramos con el Muscle car. Quizás una de las preguntas más comunes es ¿qué es un Muscle car, o un coche musculoso? Este término ni siquiera fue usado hasta finales de los años 70, normalmente refiriéndose a ellos como «Súper cars» si los tenían que llamar de algún modo. Por esto mismo, la definición actual de los que es un Muscle car, o los modelos que lo eran, es un tema que suele ser discutido frecuentemente.

Si somos precisos en la definición, un Muscle car es un modelo de automóvil de tamaño medio, orientado a un alto rendimiento, equipado con un gran motor V8, y a un precio asequible. Muchos de estos modelos estaban basados en vehículos de producción muy normales, aunque no se les consideraba Muscle cars, a no ser que fueran una versión de alta potencia.

La idea era más o menos colocar motores muy grandes, en coches relativamente pequeños en comparación. Siempre se tenía en mente que casi cualquier persona pudiera permitirse uno de estos coches. Hoy en día, solo quedan los coches deportivos, los cuales son de un precio alto dejando en el olvido lo que fue una era inolvidable en el mundo del automóvil.

Claros ejemplos de muscle cars, son el AMC AMX, Chevrolet Camaro, Chevrolet Chevelle SS, Dodge Challenger, Dodge Charger, Ford Galaxia, Ford Mustang, Ford Fairlane / Torino GT/Cobra, Plymouth Duster, Plymouth Road Runner, Pontiac Firebird, Pontiac GTO, entre otros.

En ocasiones, se les llamaba «Pony Cars«. Estos potentes coches de carretera, fueron principalmente construidos en Detroit desde 1964 a 1974. La competencia entre fabricantes para conseguir la máquina más rápida y extrema, fue una constante durante la década que duró este fenómeno. Desgraciadamente, la crisis de energía acabó con este género de coches.

Hoy en día la competencia entre las diferentes firmas automovilísticas también existe y si vamos más allá ni comentamos en lo que a competición se refiere. El secretismo y hermetismo de las compañías es vertiginoso y verdaderamente el primero en innovar en tecnología, es el que antes empieza el pastel y más porción se come. Visítanos.

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